Fin de año. Época de ordenaciones. Sacerdotales, digo. Cuando uno era chico y asistía obligado a una de esas ceremonias, sin posibilidad de desobedecer, no entendía casi nada. Para colmo todo era en latín, y uno, lego absoluto en el idioma, se sentía poco menos que de adorno en el lugar. No es que me... Leer más →
Belial
(...)El último fue Belial. Nunca cayó del cielo espíritu más impuro ni más torpemente inclinado al vicio por el vicio mismo. No se elevó en su honor templo alguno ni humeaba ningún altar; pero, ¿quién se halla con más frecuencia en los templos y los altares, cuando el sacerdote reniega de Dios, como renegaron los... Leer más →
La Misión
Recuerdo que cuando tenía entre doce y catorce años, mi padre solía llegar a casa, cada tanto, con una media docena de novelas de aventuras. Los escritores excluyentes eran Salgari y Julio Verne. Estas novelas eran especialmente atractivas, entre otras cosas porque, durante la hora de la siesta, en que no debía volar una mosca... Leer más →