
A la izquierda argentina le nació, hace un tiempo, un absceso (del latín absessus: tumor), en el centro de sus asentaderas. Lejos de poder curarse, este absceso ha ido extendiéndose, ramificándose.
Esta tumefacción tiene nombre y apellido: José D´Angelo Rodríguez, el periodista inteligente, sólido y valiente que pone en carne viva las mentiras, fraudes y desfalcos que los terroristas de los setenta vienen realizando desde hace muchísimo tiempo.
José, hace ya un tiempo, con un libro contundente, “Mentirás tus muertos”, desenmascaró a esta lacra en el tema de los “30.000” desaparecidos; falacia evidente que ni los medios de comunicación, en general, ni las figuras del estableshiment argentino, se atrevían a cuestionar y aceptaban esta falsedad sin chistar, sin replicar lo que la progresía imponía con todos sus recursos mediáticos y, sobre todo, con su capacidad para meter miedo, para descalificar social y mediáticamente a quien osara exponer un atisbo de duda sobre esta cifra “emblemática”, como ellos la llaman, que no era más que una patraña propia de la mendaz publicidad de quienes se consideran herederos, políticos e ideológicos, de los terroristas de la pasada década setentista.
Este libro, “Mentirás tus muertos”, no tuvo réplica de la izquierda y de todos los involucrados en la falsía numérica. Y esa réplica no existió, ni existirá, simplemente porque lo expuesto por D´Angelo es tan concluyente y terminante que no deja argumentos en pie para intentar rebatirlo.
Pero estos progresistas, los herederos, también apuntaban y apuntan a otra herencia: la pecuniaria. No es solamente resaltar y presentar como mártires a quienes aterrorizaron la Argentina por más de una década, también querían llevarse plata. Y se la llevaron. Y el nuevo libro de D´Angelo, LA ESTAFA CON LOS DESAPARECIDOS, nos sumerge en los manejos sombríos de beneficiados y beneficiadores de las indemnizaciones a presuntos “desaparecidos”.
Que conste, en principio, que ya es una estafa escandalosa que un Estado deba pagar “indemnizaciones” a quienes se organizaron como verdaderos ejércitos para enfrentarlo y para querer quedarse con el poder, para querer imponer su ideología criminal como forma de vida de una nación. Lo de las indemnizaciones a presuntos desaparecidos, o a detenidos por sus actividades criminales, es la primera gran estafa escandalosa.
Pero D´Angelo nos muestra en este nuevo libro, en diez ejemplos, cómo se han fraguado estas indemnizaciones. Y con estos diez ejemplos, nos dice, no queda exhaustivamente investigado el tema. Es sólo la punta del iceberg. Y con su denuncia penal, me decía en una oportunidad el autor, le está diciendo al o los jueces que pudieran intervenir: “yo, con mis limitados recursos, encontré esto. Ahora es el turno de ustedes, jueces federales, de investigar a fondo y desenmascarar a los autores de este desfalco”. Un verdadero escándalo. Miles de millones de dólares que ha pagado Doña Rosa y que se ha hecho sin ningún control y con total impunidad.
Gracias, José, por tu talento y tu coraje puestos al servicio de la verdad y de la Argentina.
Y a nosotros, quienes tenemos el privilegio de tener de nuestro lado a quienes todavía luchan, con tanto empeño y capacidad, por esclarecer las atrocidades perpetradas por quienes atacaron nuestro país no hace mucho tiempo atrás y que todavía medran con esta catástrofe, nos queda la misión de luchar para que obras como éstas, como la de D´Angelo Rodríguez, se difundan, que sean conocidas por todos los argentinos, y para que los responsables de investigar y condenar legalmente lo hagan sin temores y con valentía. La actitud del autor de este libro, les puede servir de ejemplo.
Gracias por este comentario. Nadie se hace esconde estos trabajos no solo minuciosos y serios sino principalmente con documentación que avala los dichos de D ‘ Angelo. El silencio de la izquierda, cómo siempre que es descubierta en sus patrañas, es absoluto.
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Felicitaciones, no sólo a José D’ Angelo, por su segunda obra impecable y de una trascendencia importantísima, complementando la primera «Mentiras tus muertos» , también de idénticos calificativos, sino también para el autor de este artículo que, evidentemente, ha sido el fruto de una inspiración y un espíritu de lucha por la Verdad muy profundos. El artículo de Antonio es como la obra de José, dan justo en el blanco. Felicitaciones a ambos con un afectuoso y fuerte abrazo.
¡ Viva Cristo Rey! ¡ Viva María Reina! ¡ Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex mayor E.A.
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